miércoles, 9 de diciembre de 2009

C.H.U.V LAUSANNE-SUISSE



SUIZA MI SEGUNDA PATRIA

Volví a las mismas barracas donde estuviera todos los años atrás. El trabajo seria de soldador y ayudante de encofrador en el mismo puente del año anterior. Lo de las barracas ya lo tenía todo controlado.

A los dos meses de la llegada a Lausanne, nos trasladan a trabajar a Geneve para construir el parking subterráneo del lago. A los pocos días de estar en esta obra, cambiamos nuestra vivienda, pasamos de Echandens para avenue d`aire en Geneve. Ya esto cambiaba, solo que las barracas eran mas viejas pero, estábamos mejor para hacer las compras y salir a la calle.
Estaríamos unos seis meses, y volvimos al antiguo trabajo.

Ya en Lausanne, territorio conocido, el trabajo en la construcción era muy duro para uno que aprendiera en estos meses en Geneve, que los pasara con un trabajo más liviano como soldador en las vigas del parking subterráneo junto al puente de Montblanc. Un día me puse un poco contento en la obra, en la despidida de unos amigos Italianos, que cogían las maletas y decían adiós a la emigración en tierras Helvéticas, esto ya sería en los meses de invierno, cuando el frío ya remplazaba a los días soleados del otoño.

Conocía a una señora que trabajaba en el hospital como cocinera, un Domingo estando en Lausanne, fui a casa de ella, y pregunte por el trabajo en el hospital, ella dijo que estaba bastante mal, pero que preguntaría a su jefe. El lunes próximo fui al trabajo como de costumbre, estábamos haciendo un complejo de edificios para viviendas, yo estaba en una central del hormigón. Haciendo masa para la obra, muy aburrido y peligroso cuando teníamos que limpiar las aspas de la central, yo aun no padecía mucho ya que mi corpulencia es pequeña, pero aun más peligroso ya que pasaba entre las palas y un pequeño descuido quedaba entre ellas.

Volví junto de Rosa, y siempre con la misma, pues yo le dije que quería dejar la construcción y que teníamos que hacer algo, yo tenía el permiso de temporero y me sería también difícil cambiar de trabajo, yo ni con esas, un fin de semana marche de las barracas de Echandens para buscar alojamiento en Lausanne, así me sería mas fácil encontrar vivienda, ya que tenía trabajo aunque siendo temporero. Encontré una pequeña habitación junto a la estación del ferrocarril en Lausanne, faltaban ya pocos días para tener que coger el tren para España, me dieron el contracto para firmar, yo firme el contracto de la temporada próxima, todos marcharon para sus casas, solo yo y unos compañeros Andaluces, decidimos de quedarnos buscando trabajo en otros ramos que no fueran la construcción.
En todas las empresas nos pedían el permiso B, el nuestro era el A, de temporada, busque, busque, y no encontraba nada, y comer si que tenía que comer, y en Suiza si estas sin trabajo, el poco dinero ahorrado, llega al fondo.
Mandado por Rosa, fui pedir trabajo a un restaurante, ya que ella conocía al responsable del bar también Gallego, señor Manuel.

Durante toda la mañana, recorría Lausanne en busca de trabajo, a las dos empezaba a trabajar en la cocina limpiando platos y ollas, nosotros decíamos grabar discos, todo a la mano mas de doscientos platos y unas 30 potas de todos grandores y otros utensilios de la cocina, de la comida del medio día, así hasta las seis de la tarde, donde teníamos una hora de descanso, a las siete comenzábamos otra vez hasta las 11 y mas de las veces hasta la una de la madrugada, descansando media hora a las 11, total diez horas de trabajo, para cobrar 300 francos al mes y cenábamos en el restaurante en la media hora del descanso.

Una mañana sobre las 10, tuve una visita de Rosa, donde se marchaba para Berna unos días de vacaciones, ella y su hijo Jesús, que se parecía a una lapa, no la dejaba ni dormir tranquila, y ya era mayorcito con sus 23 años y detrás de la madre todas las horas, que pocos años más tenía yo, ella tenía sobre cuarenta soltera y sin compromiso de Ourense. Estuvimos charlando sobre el trabajo en el restaurante, que trabajábamos muchas horas, ella me decía que estaba hablando con el jefe de la cocina del hospital cantonal que se llevaba muy bien con ella, y siempre le ponía la pega del permiso, yo en ese momento estaba clandestino, ya que el permiso de temporero se terminara el 22 de diciembre, y en el hospital no cogían temporeros, tenía cuatro temporadas trabajadas en Suiza y me faltaba una para poder coger el permiso B, las tenía difíciles para poder encontrar trabajo fuera de la construcción, y con el contracto sin firmar en la empresa Zschokke, ya que marchara sin terminar el contracto.

Vino el tren y Rosa y su hijo se marcharon para Verna. Sin permiso de trabajo y con el contracto de trabajo sin firmar las cosas se ponían feas, y para mas la noticia que tenía de la boda de mi hermana, que se casaba para el 20 de Enero de 1973, me sería imposible viajar a España, yo tenía que encontrar trabajo en Lausanne, y estaba esperando contestación del hospital, le escribí diciendo todo lo que me sucedía y pienso que llego a comprenderlo, mi padre no creía todo esto pero yo no podía hacer mas, quisiera asistir a la boda de mi hermana, pero decidí continuar buscando trabajo.
Las Navidades llegaron, paso el primero de Enero de 1973, mis ansias de entrar a trabajar en el hospital cada día entraban con mas ansias, fuimos junto al jefe de personal, y siempre con las mismas, para temporeros no tenían trabajo, nos fuimos, pero si deje mi dirección en la oficina del jefe del personal de las cocinas.

Una tarde al llegar a casa, en un día de descanso en el restaurante donde trabajaba una horas, mi alegría sería aquella carta en mi buzón, con el membrete del Hospital Cantonal Universitario Vaduas, C.H.U.V, en su interior me decían que el veinte de Enero a las 9 de la mañana me presentara en las oficinas del personal. Que casualidades, el mismo día que se casaba mi hermana.

Corme 9 de Diciembre 2009


Luis Suarez

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