lunes, 8 de marzo de 2010

MEMORIAS


CAMINO DEL FIN DE LA DICTADURA

Y llega el 20-12-1973. un coche negro, con el presidente del gobierno en su interior, coge vuelo sin alas, Carrero Blanco es asesinado, una bomba colocada en un túnel, en la calle por donde pasaba el coche del presidente, junto a su escolta, cogiendo solo el coche de Carrero, decían, una fuga de gas, y donde esta el coche del presidente, nadie sabia que el coche estaba detrás del edificio en una terraza, había subido cuatro pisos sin dejar huella.
Las manifestaciones para dar apoyo a los protagonistas del atentado, salen a la calle, con ataúdes por toda Europa, comenzando a enterrar la dictadura.
El año pasa, pasan las Navidades y viene el año nuevo 1974. Comienza este 1974, con represión en España, una represión cada vez más cruel contra los movimientos sindicales y políticos, las redadas son todos los días con mas presos a las cárceles. La dictadura y el régimen de Franco se ponen nerviosos, la policía reprime y mata en la calle, en un tiroteo entre un grupo de manifestantes y la policía, muere un agente, también mueren algunos manifestantes, otros son metidos heridos en los furgones de la policía ensangrentados con balazos en el cuerpo, entre ellos está Salvador Puig Antich, un joven militante anarquista. En un consejo de guerra, le sale pena de muerte, el 2-3- de 1974, es pasado por el garrote vil, en la prisión donde estaba condenado, un asesinato mas de la dictadura contra un joven, que aun hoy no se sabe él por que, él estaba desarmado cuando le cogieron, según testigos presénciales, él si estaba herido de bala.

A primeros de Abril entré a formar parte del sindicato del sector sanitario, V.P.O.D. En este sindicato formamos un grupo de personal no Suizo, para luchar por nuestros intereses como emigrantes en las tierras Helvéticas, donde estabamos mal vistos por la xenofobia de la derecha del país, los compañeros del trabajo Suizos, la mayoría estaban de acuerdo con nuestra lucha que llevábamos, tanto sindicalmente como la política. Los trabajadores salíamos a la calle para protestar el acuerdo entre la patronal y los sindicatos, la famosa Paz del Trabajo, donde la firmaron sin contar con una mayoría inmensa que estábamos en contra, NO A LA PAZ DEL TRABAJO, SI A UN CONVENIO JUSTO, elaborado por los trabajadores del hospital. En España continuaban los asesinatos y encarcelamientos de los que luchaban contra la dictadura fascista, cada día se acercaba mas la llegada del triunfo de la clase trabajadora, para la derrota del régimen del generalito del Ferrol. Estaban nerviosos la casa sele venía encima, los cimientos ya no respondían, la muerte de Carrero la llevaban en los galones, y no en los colores, para dejar que alguien pusiera en manos de la democracia el futuro de de España.

En estas manifestaciones y otras del propio interés de los Suizos, fui encontrando a buenos compañeros y compañeras.

También tengo buenas noticias de España, mi hermana a tenido una niña, ya somos más en la familia, le pusieron María Jesús, tengo ganas de verla pero me es difícil. Seguiré con mis amigos por esta tierra, donde como decía fui encontrando amigos y amigas y una de ellas a sido Marija.
Marija, en Castellano se dice María, entrare un poco en la vida de esta señorita, ya que también a estado mezclada en la mía. María, 25 años soltera nacionalidad Yugoslava. Un día en el comedor del hospital Burget, estabamos recogiendo la comida en el mostrador self service, al torpe de este, le cae en el suelo una cuchara, mejor dicho el servicio completo, ya que venían envueltos en la servilleta de papel, María sin pensar más coge el suyo y lo pone en mi bandeja, yo le doy las gracias y ella se ríe, con una sonrisa de avergonzada con los ojos clavados en su bandeja, sus amigas enfermeras también se ríen, estas ya me conocían, en total serian unas cinco, entre ellas estaba Consuelo una Gallega de Lugo, después de pasar la tarjeta por la maquina me puse en una mesa con un amigo Antonio, trabajaba en la cocina del cantonal, yo le conté lo que me pasara con la chica Yugoslava, el me dice que tenga cuidado con ella que no es de confiar, se va mucho de la lengua a los jefes, teníamos que hablar a baja voz ya que estaban cerca, y la gallega nos estaba escuchando, y también ella comprendía un poco el Español, cuando terminamos de comer, yo y Antonio marchamos a tomar una cerveza al bar que esta debajo de los hospitales, mientras no entrábamos a trabajar por la tarde, el me contó las faenas de la chica con sus compañeras, además de contarle todo a los jefes, solía hacerlo con aquellas que les tenía manía, para salir con ellos. Maríja, es una mujer de talla pequeña, pero bien formada, ojos azules, con tatuaje en un hombro, en el izquierdo, el grabado es una cruz con unas letras debajo de los brazos, nose lo que querrían decir.

COMBATE

La militancia en la Liga en estos momentos era un poco arriesgada y dura, pero estabamos obligados a hacerlo por la situación que se encontraba nuestro país, recuerdo que pasé noches enteras en los locales de la L.M.R, haciendo el boletín Rojo que salía con la Brech en Castellano para los emigrantes de habla Hispana, y después de tener todo en su sitio, marchaba para el trabajo en el hospital que comenzaba a las seis de la mañana.
Cuando llegaban mis compañeros de trabajo, ya tenía hecho el café, leche, té, y una especie de papilla para los ancianos del hospital Buñon.

Al salir del trabajo, mas de los días encontrábamos manifestaciones en las calles, manifestaciones que estabas obligado a quedarte en ellas, en una que se hizo para apoyar a los trabajadores despedidos de una fabrica de relojes, o dabas leña o la recibías, el paso estaba cortado, por una parte y por la otra, y con quien te enrolabas, pues con los tuyos.

En otra manifestación, antes de empezarla, decidimos los de la liga de poner una pancarta en el campanario de la iglesia en la place de la Riponne, no teníamos llave para entrar, que hicimos, con una cuerda y con unas barras de hierro torcidas lanzadas y hechas firme arriba, subimos al campanario y despejamos la pancarta que tendría unos diez metros, vino la policía y comenzó a dar leña, y mismo a los que no estaban en la manifestación, y así si éramos dos o tres cientos los manifestantes, al final llegábamos a los mil, ese día hubo dos detenidos, tres compañeros heridos y unos cuantos policías también pasaron por el hospital.

En esta manifestación, supe lo que era la solidaridad entre Suizos y Extranjeros y puedo decir que serian mas de dos mil personas que nos manifestábamos por una causa, que solo los Españoles llevábamos al cabo en estas manifestaciones, sacar de medio el fascismo en España, sacar la muerte de todos los días que se estaban haciendo en las cárceles Españolas, solo por pedir Democracia y Libertad para el pueblo.
Una tarde, en el restaurante de los hospitales, yo y Manuel el Malagueño, nos encontrábamos jugando en una maquina fliper, y llega María y se pone a jugar con nosotros, donde yo le pregunto por Marija la enfermera del hospital Budon, ella me dice que hace días que no esta con ella, me pregunta si quiero algo de ella yo le digo que no. Seguimos jugando los dos en la maquina ya que Manuel se canso, ella se veía que quería mas que jugar a la maquina, cuando estaba atareado con los botones de la maquina, ella me abrazaba por detrás, y recostaba la cabeza contra mi hombro, yo no la conocía como para tanto cariño, solo la conocía de que ella bajaba a buscar el carro de las comidas a la cocina, y cuando venía sola le acompañaba para ayudarla a meter el carro en el ascensor, nunca habíamos hablado de nada, solo del trabajo, pero aquello quería decir algo. Desde aquel día nos veíamos todos los días en la dichosa maquina y siempre las mismas caricias, Manuel se ponía nervioso solo con verla, yo reía y el me decía ahí la tienes, la juguetona cualquier día te va violar, yo me reía, y le decía no será para tanto.
Al cabo de unas semanas me encontré con ella en una fiesta que hacía la Peña Gallega en el Restaurante Vaduas en la Place de la Riponne, entre cubatas y baile, la noche pasaba alegre, ya nos conocíamos mejor, o pensaba que la conocía mejor. Ya terminada la fiesta, que serían las tres de la mañana, con el mareo en nuestras cabezas decidimos marcharnos para casa, yo quería para la mía, ella para la suya, yo dije bueno para la tuya, fuimos caminando para casa, ella no podía con el alma, mejor dicho con la cabeza, en la mitad del camino, se queda sin un zapato seguimos caminando y llegamos a su casa con la lengua fuera, y las llaves, no aparecen, ya serian las tres de la madrugada y nada, la puerta sin abrir, cuando la puerta se abre por si sola, o para nosotros lo parecía, de dentro sale un hombre en pijama, yo me pregunto quien es este, ella le dice, Genaro, este es un amigo que trabaja conmigo en el hospital, me quede muerto de miedo, la mona se me paso al momento, y yo que me creía que aquella sería la ocasión de conocerla, me marche calle abajo como un chucho con el rabo entre las piernas y sin mirar para tras.


Lausanne, 2 de Marzo 1974. Corme, 08 de Marzo 2010-03-08

Luis Suarez Varela

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